Como conclusión final podemos decir que, cuantos más países se conciencien acerca de la cantidad de personas discapacitada que hay en el mundo y las maravillas que podrían hacer si se derrumbaran las barreras que hay entre ellos y todo el resto del mundo. Cada vez más las grandes asociaciones que intentan lograr este objetivo, están influyendo más y más en todo el planeta y ayudando a los países para que tengan lo necesario para atender a las personas con discapacidad. Sin embargo, todavía hay un largo camino hasta la meta, ya que muchos países desconocen la posibilidad de fundar una organización como la ONCE o no tienen la capacidad de hacerlo. España, comparado con otros países como los que hemos visto - Estados Unidos, Dinamarca y Canadá - tiene más experiencia y está mucho más preparada en estos aspectos. Por eso, debería servir como ejemplo a los demás países y apoyarles para que pronto tengamos el mismo conocimiento y vivamos en un entorno mejor.